Sareb comparte su experiencia en gestión de vivienda social tras lograr que un 20% de las familias a las que acompaña mejore sus ingresos

La directora de Gestión de Vivienda Social, Ana Múgica, y la investigadora y subdirectora de la Cátedra UNESCO de Vivienda de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, Núria Lambea, coinciden en señalar la importancia de la gestión de las personas cuando se firma un alquiler.

Valencia.- Sareb ha participado esta semana en el Observatorio de los ODS ‘La ciudad y el impacto de los ODS’para analizar los grandes retos que conlleva la gestión de la vivienda social. La directora de Gestión de Vivienda Social de la compañía, Ana Múgica, ha compartido con el auditorio algunas ideas fruto de la experiencia que ha adquirido la compañía en los dos años que lleva en marcha su Programa de Vivienda Social con Acompañamiento, con el que ya se han aprobado más de 8.000 alquileres.

“El gran reto para que un parque de vivienda social funcione es ser capaz de hacer una gestión conjunta de dos mundos muy diferentes porque hablamos de viviendas y hablamos de familias. Tenemos gestores en el mercado que hacen una gestión de vivienda y otros gestores que hacen una gestión de familias. La clave es lograr que esos dos mundos se gestionen de manera conjunta”, ha explicado Múgica.

“En Sareb el punto de partida son las familias que habitan en nuestras viviendas con dos principios: la vulnerabilidad y la corresponsabilidad de esas familias”, ha añadido.

Múgica ha mantenido un diálogo con la investigadora y subdirectora de la Cátedra UNESCO de Vivienda de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, Núria Lambea, quien ha coincidido con ella en la necesidad de poner el foco en la gestión de las personas cuando se trata de vivienda social.

Lambea ha lamentado que no existan datos oficiales sobre el número de viviendas sociales que existen en España y en un contexto en el que la opinión pública maneja de manera difusa los conceptos de vivienda social y asequible ha aclarado que “la vivienda social cumple dos factores clave: que se ofrezca a un precio económico y que siga unos criterios concretos de necesidad para ser adjudicada».

Sareb nació en 2012 con un mandato económico de resolución de activos procedentes de la crisis financiera. Pero en 2022, la compañía pasó a ser de mayoría pública y su mandato se enriqueció con los principios de sostenibilidad y utilidad social. Desde entonces, se han puesto en marcha distintas iniciativas sociales, como el Programa de Alquiler Social con Acompañamiento.

En estos dos años, Sareb ya ha aprobado más de 8.000 alquileres sociales y ha firmado más de 4.900 planes de acompañamiento. Esto ya se traduce en algunas cifras muy positivas. Entre ellas, destaca que el 20% de las familias del programa ha conseguido mejorar sus ingresos en más de 300 euros al mes gracias a su trabajo con los mediadores sociales de la compañía.

Lambea ha destacado que este tipo de gestión con las personas permite no solo mejorar la situación de las personas, sino hacer sostenibles los programas de alquiler social cuando existe acompañamiento, ya que esto se traduce en generación de ingresos para el arrendador del activo.

Las dos expertas han coincidido en destacar que “el gran reto no es solo construir vivienda y social, sino la gestión de esas viviendas y las personas que viven en ellas”.